Es considerado un diseñador de culto por los más jóvenes y el antidiseño por los diseñadores más ortodoxos. Estos últimos consideran su trabajo como “ilegible” y sólo artístico.
Carson, que nunca tuvo una educación formal de diseño, tiene la idea poco convencional de que un buen diseño es el que nace desde la intuición y genera una reacción emocional en el receptor, prescindiendo para esto último, de lo puramente racional.
Su huella quedó marcada sobre todo en el diseño editorial de revistas de surf, skateboarding y rock en las que el trabajó: Transworld Skate Boarding , Musician, Beach Culture, Surfer y Raygun.
Su debilidad siempre fueron las tipografías y sus usos, y en 1993 funda Garafonts para distribuir las tipografías usadas en su etapa de Raygun.
Hoy nadie puede negar, más allá de gustos y de conceptos del diseño, que David Carson le dió una nueva vitalidad a una disciplina que se encontraba demasiado amarrada a los conceptos de la Bauhaus y otros movimientos puramente racionales.

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